El pasado 30 de septiembre en la Ciudad de México concluyó la Conferencia Mundial de Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult) a la que se dieron cita 150 delegaciones de Estados miembro de la UNESCO y observadores. El texto de la declaración en su versión en francés y español reconoce a la cultura como un bien público mundial, mientras que la versión en inglés se refiere a la cultura como un bien público global y, aunque la diferencia parece ser sutil, como lo explica el especialista en derecho a la cultura Carlos Lara, existe una gran diferencia entre ambos conceptos.
Más allá de la declaración y de los posicionamientos de las y los ministros de cultura, en torno a la Mondiacult se detonaron múltiples conversaciones que vale la pena rastrear y recuperar, particularmente desde los enfoques latinoamericanos. La Revista Gestión Cultural (Argentina), con el apoyo de Transit Projectes (España) publicó un número especial titulado La Gestión Cultural Latinoamericana en la Mondiacult 2022, mientras que la Universidad Federal de Bahía (Brasil) publicó el libro Mondiacult 40 años después: impactos y desdoblamientos en las políticas culturales de América Latina. Por su parte la UNESCO acaba de publicar ResiliArt 100, un compendio de cien propuestas que se recuperan del ejercicio de diálogo que la propia agencia de la ONU promovió a partir de la pandemia de COVID-19 y luego como parte de los diálogos rumbo a la Mondiacult.
En los últimos días tampoco han faltado los primeros análisis sobre los alcances de la conferencia, algunos más optimistas como el debate organizado por el grupo Diálogos de la Gestión Cultural en el que participaron Victoria Contreras (México) y Jordi Baltá (España), y otros más críticos como la charla organizada por el Foro de Economía y Cultura en la que participaron Emiilano Fuentes (Argentina), Clara Mónica Zapata (Colombia) y Sandra Ontiveros (México).
Continuaremos promoviendo el diálogo, la reflexión y la acción en torno a la democratización de las políticas culturales en lo local, considerando la declaración de la Mondiacult 2022 pero también, y sobre todo, reconociendo las voces y las miradas que quedan fuera de estos espacios menos permeables.
Por: traza.mx