La capital del país es uno de los destinos favoritos de miles de turistas, su carácter cosmopolita, oferta cultural, gastronómica y de entretenimiento, hacen de ella una megalópolis como pocas. Aunque su grandeza es visible no solo en su historia, sino en su extensión, recorrer la Ciudad de México en metro, a pie o incluso en bici, es posible.
Una de las ventajas de la Ciudad de México es el clima agradable que mantiene gran parte del año, con noches frescas y días soleados que permiten disfrutar de los paseos por sus museos, monumentos, parques y plazas, aprovechando la luz para capturar increíbles fotografías y teniendo “día para rato”. Así, moverse de norte a sur es algo que puede lograrse por vialidades como la Avenida de los Insurgentes, ya sea en automóvil o a bordo del Metrobús, un medio de transporte público que atraviesa gran parte del mapa capitalino.
Los matices presentes en la también llamada CDMX, son infinitos. Sus jornadas inician desde antes que el sol se haya dado cuenta que ya amaneció, cuando su gente ya ha comenzado a poblar las calles con atuendo de oficina y el olor a tamales se mezcla con el del café de la mañana. Pero no hay que confiarse, porque aunque los días parezcan muy predecibles, nada en esta ciudad es rutinario y las sorpresas están donde menos lo esperas.
Una ciudad con otra ciudad debajo, es algo que solo podría pasar en capitales como está, pues bajo de lo que hoy conocemos como Ciudad de México, se encuentran los restos de lo que fuera la Gran Tenochtitlán. Algunos de ellos pueden ser vistos al visitar la Zona Arqueológica Templo Mayor, a unos pasos de la Catedral Metropolitana y dentro del Centro Histórico, donde te sugerimos dar inicio a tu travesía.
Si huyes de las lluvias decide visitar la capital del país durante las estaciones secas (de noviembre a abril), pero aún con algunas precipitaciones estamos seguros que tu estadía será toda una aventura.
Fuente: https://www.visitmexico.com/ciudad-de-mexico/cdmx